La imagen ha dado la vuelta al mundo. Muestra al presidente Barack Obama posando en un selfie, durante el memorial de Nelson Mandela en Sudáfrica. El presidente de Estados Unidos parece estar de plácemes, en compañía del primer ministro británico David Cameron, y Helle Thorning Schmidt, quien es la primera ministra de Dinamarca.

La imagen tuvo un alto engagement, colocando a Michelle Obama especialmente, como tendencia en Twitter, en donde no cesaron los tuits sobre los celos que habría despertado en ella, la primera ministra de Dinamarca. Situación que debiera ser interpretada desde otro ángulo, dado que habían acudido a la ceremonia en memoria de Nelson Mandela y no, a tomarse fotos.

Se estima que fueron acreditados cerca de 1 mil 500 periodistas, quienes asistieron al estadio Soccer City de Soweto, para fotografiar a los líderes mundiales e invitados especiales que acudieron al memorial de Nelson Mandela, por lo que resulta casi increíble, que Barack Obama haya caído en tomarse un selfie, cual adolescente. La foto, dice más que mil palabras y no sólo eso, porque hay una serie de imágenes reveladoras, que nos ofrecen un mayor contexto de ese momento, tal como menciona en su tuit The anatomy of #SelfieGate Jermaine Spradley, quien es Director, Content Strategy & Programming en The Huffington Post.

Se trata de una secuencia de fotografías, que todo político quiere tener de algún adversario, porque denotan el poco tacto que tuvo el hombre más poderoso del mundo, a quien su propia esposa Michelle Obama, tuvo que meter en cintura, tal vez por celos -así lo indica su lenguaje corporal-, pero sobre todo para que recordara que es un primer mandatario y se concentrara en la ceremonia, por lo cual hasta lo cambió de lugar.

Ahora Barack Obama y muchos otros políticos, aprenderán que en los funerales no deben tomarse fotos y mucho menos con otras mujeres, y peor aún, mostrando una gran sonrisa. Al parecer la historia entre Barack y su esposa Michelle, tuvo un final feliz, sin embargo, el impacto en la imagen del presidente y su cónyuge, no se quita con un beso en la mano, porque ahí quedan las fotografías, como una huella digital en la web.

Al final, el #SelfieGate se convierte en una paradoja, porque la imagen fue tomada en el memorial de Nelson Mandela. Es decir, la imprudencia de los mandatarios se impone en los medios, por sobre el homenaje al trabajo de un hombre que logró unificar a una nación.

Por lo pronto, esta imagen será la portada de muchos diarios para este miércoles 11 de diciembre y la imagen, así como el contexto, serán motivo de muchas interpretaciones, tanto políticas, como académicas, sin descartar, claro, lo que nos deja en términos de comunicación política. Además, esto refuerza, el que Selfie, haya sido escogida como la palabra del año en inglés.

¿Qué otras lecciones se desprenden del #SelfieGate?